Bullying es una palabra inglesa que significa
intimidación. Desgraciadamente, esta palabra está de
moda debido a los innumerables casos de persecución y de
agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir
situaciones verdaderamente aterradoras.
El bullying se
refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas,
que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra
otro u otros. La persona que ejerce el bullying lo hace
para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos,
agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de
meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El
maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a
consecuencias devastadoras como el suicidio.
Tipos
de Bullying
Con frecuencia aparecen
varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas,
empujones, golpes con objetos. También puede ser indirecto cuando se producen
daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos.
Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen
mucho poder y minan la autoestima de la
víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en
público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o
llamadas, lenguaje sexual indecente.
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para
lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer
cosas que no quiere ni debe hacer.
Social: consiste
en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica,
los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y
no contando con él/ ella en las actividades normales entre amigos o
compañeros de clase.
Cómo prevenir que tu hijo sea
víctima
"El niño inicia su vida creando una confianza básica y existen situaciones que pueden
amenazar esta confianza. Cuando se siente sin herramientas para convivir con la
sociedad, por ejemplo que otro niño le impida incorporarse a un grupo de
amigos, la situación representa una gran adversidad", explica la Dra. Borbolla.
La diferencia entre un niño que sufre de bullying y otro que no depende de
qué tan fuerte está su confianza básica. "No cualquier niño se victimiza ante el
abuso. Hay niños a quienes les dicen 'eres un tonto' y ellos responden 'tonto
tú' y ahí termina la situación", pero hay otros que no superan ese primer
insulto. Tanto el victimario como la víctima tienen perfil de baja
confianza.
¿Cómo puedes fortalecer este sistema de confianza en
tu hijo pequeño? El programa ?Escudo de dignidad? de la Dra. Borbolla es un
buen ejemplo: el niño debe de saber de qué forma la gente que lo rodea puede agredirlo (insultarlo, golpearlo, enseñar o
tocar genitales, forzarlo a algo que lo haga sentir mal, o descuidarlo) y lo
que puede hacer para defenderse: utilizar su voz para gritar, acusar y llamar la atención.
Cómo
identificar y resolver el problema
¿Cómo puede darte cuenta que tu hijo sufre de bullying? "Ante
situaciones en las que el niño debe mostrar fuerza o decisión se minimiza y
expresa exageradamente sus
emociones. Llora si no puede abrir una paleta o agrede cuando se siente en confianza porque
en el colegio no puede defenderse, le pega a
sus hermanos chiquitos, por ejemplo".
La solución al problema
es confusa porque requiere olvidarnos de la situación en sí y poner atención a
restablecer la confianza básica del niño. Hay que "buscar una cualidad fuerte de tu hijo, cualquier
tipo de fortaleza y hacérsela ver. Esta fortaleza resolverá el problema: 'así
como eres tan inteligente para sacar diez en la escuela, también eres
inteligente para resolver esta
situación'", sugiere la experta.
Es muy importante no victimizar a tu hijo: cambiarlo de escuela hace
que él crea que no puede resolver sus problemas por sí mismo.
"Especialmente si el niño es muy chico, los papás tienen que hablar con
las autoridades de la escuela pero sin que el niño se entere. No deben
'aliarse' como víctimas con el niño".