miércoles, 4 de julio de 2012

Bullying: ¿cómo proteger a tus hijos?


Bullying es una palabra inglesa que significa intimidación. Desgraciadamente, esta palabra está de moda debido a los innumerables casos de persecución y de agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir situaciones verdaderamente aterradoras.
El bullying se refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros. La persona que ejerce el bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.

Tipos de Bullying

 

Con frecuencia aparecen varios tipos de forma simultánea:
Físico: consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones, golpes con objetos. También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos.

Verbal: es el más habitual. Sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en público, propagación de rumores falsos, mensajes telefónicos ofensivos o llamadas, lenguaje sexual indecente.

Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer.

Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

Cómo prevenir que tu hijo sea víctima
"El niño inicia su vida creando una confianza básica y existen situaciones que pueden amenazar esta confianza. Cuando se siente sin herramientas para convivir con la sociedad, por ejemplo que otro niño le impida incorporarse a un grupo de amigos, la situación representa una gran adversidad", explica la Dra. Borbolla.
La diferencia entre un niño que sufre de bullying y otro que no depende de qué tan fuerte está su confianza básica. "No cualquier niño se victimiza ante el abuso. Hay niños a quienes les dicen 'eres un tonto' y ellos responden 'tonto tú' y ahí termina la situación", pero hay otros que no superan ese primer insulto. Tanto el victimario como la víctima tienen perfil de baja confianza.
¿Cómo puedes fortalecer este sistema de confianza en tu hijo pequeño? El programa ?Escudo de dignidad? de la Dra. Borbolla es un buen ejemplo: el niño debe de saber de qué forma la gente que lo rodea puede agredirlo (insultarlo, golpearlo, enseñar o tocar genitales, forzarlo a algo que lo haga sentir mal, o descuidarlo) y lo que puede hacer para defenderse: utilizar su voz para gritar, acusar y llamar la atención.

Cómo identificar y resolver el problema

¿Cómo puede darte cuenta que tu hijo sufre de bullying? "Ante situaciones en las que el niño debe mostrar fuerza o decisión se minimiza y expresa exageradamente sus emociones. Llora si no puede abrir una paleta o agrede cuando se siente en confianza porque en el colegio no puede defenderse, le pega a sus hermanos chiquitos, por ejemplo".
La solución al problema es confusa porque requiere olvidarnos de la situación en sí y poner atención a restablecer la confianza básica del niño. Hay que "buscar una cualidad fuerte de tu hijo, cualquier tipo de fortaleza y hacérsela ver. Esta fortaleza resolverá el problema: 'así como eres tan inteligente para sacar diez en la escuela, también eres inteligente para resolver esta situación'", sugiere la experta.
Es muy importante no victimizar a tu hijo: cambiarlo de escuela hace que él crea que no puede resolver sus problemas por sí mismo. "Especialmente si el niño es muy chico, los papás tienen que hablar con las autoridades de la escuela pero sin que el niño se entere. No deben 'aliarse' como víctimas con el niño". 




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