La escritura es un aprendizaje muy complejo que el niño va a
realizar en los primeros años escolares. Las dificultades en esta área van a
estar asociados con mucha frecuencia con la dislexia, aunque pueden darse de forma
totalmente independiente.
Las dificultades en esta área pueden presentarse exclusivamente por dificultades para coordinar los músculos implicados en la escritura, o bien puede implicar un trastorno más profundo cuando además de las dificultades en expresión escrita también aparecen dificultades en la expresión oral.
Podemos encontrarnos con dos tipos fundamentales de Trastornos de la escritura:
Las dificultades en esta área pueden presentarse exclusivamente por dificultades para coordinar los músculos implicados en la escritura, o bien puede implicar un trastorno más profundo cuando además de las dificultades en expresión escrita también aparecen dificultades en la expresión oral.
Podemos encontrarnos con dos tipos fundamentales de Trastornos de la escritura:
Disortografía:
El niño tiene serias dificultades a la hora
de respetar la estructuración gramatical del lenguaje, es decir, en sus
escritos se observan faltas de ortografía en palabras que son familiares,
omisiones o cambios en artículos y acentos. En los casos más graves pueden
aparecer omisiones de silabas completas, cambios de letras o confusión entre
ellas. Estas alteraciones suelen estar asociadas a problemas de dislexia.
Disgrafía:
En el caso de la disgrafía, los textos escritos que realiza
en niño pueden resultar indescifrables. El niño con Disgrafía suele
adoptar posturas poco convencionales para la escritura, la sujeción del
bolígrafo no la realiza de forma correcta y falla en la velocidad y presión de
la escritura. Además, su letra puede ser excesivamente grande o pequeña, el
espaciado entre palabras y letras puede ser demasiado pronunciado o demasiado
apiñado y normalmente se detectan enlaces erróneos entre palabras.
Este tipo de trastornos no se puede explicar por una baja capacidad intelectual, ni por una lesión o trastorno neurológico. Tampoco se considera que un niño tenga un Trastorno de escritura cuando las dificultades para realizar un texto escrito se deban a una falta de escolarización.
Dado que hablamos de un déficit en el aprendizaje escolar de la escritura y debido al curso académico en el que los niños suelen haber adquirido ya un adecuado aprendizaje de esta habilidad, los Trastornos de la Escritura no suelen diagnosticarse antes de los 7 años.
Este tipo de trastornos no se puede explicar por una baja capacidad intelectual, ni por una lesión o trastorno neurológico. Tampoco se considera que un niño tenga un Trastorno de escritura cuando las dificultades para realizar un texto escrito se deban a una falta de escolarización.
Dado que hablamos de un déficit en el aprendizaje escolar de la escritura y debido al curso académico en el que los niños suelen haber adquirido ya un adecuado aprendizaje de esta habilidad, los Trastornos de la Escritura no suelen diagnosticarse antes de los 7 años.
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